La vida después del primer borrador

Esta es tal vez la parte más desconocida por la población en general sobre la escritura de novelas: la vida después del primer borrador o los pasos a seguir después de este. Porque jamás podremos estar seguros al cien por cien de si hay vida o algo después de la muerte, pero os aseguro que sí hay mucho más después del primer borrador de una novela.

De hecho, yo debería estar dedicándole tiempo a esa fase que hay después del primer borrador en lugar de escribir este artículo, pero me ha parecido conveniente compartir con el mundo este proceso. Y si estoy haciendo esto es porque sí, ¡¡he terminado el primer borrador de mi #ProyectoAKA!! Estoy muy emocionada, pero también aterrorizada por todo lo que se me viene encima. Si quieres saber cuáles son los siguientes pasos que he de tomar para tener lista la novela, quédate y sigue leyendo.

(Aviso: los pasos que voy a nombrar a continuación son mi ideal, otros escritores puede que usen otros sistemas diferentes y no hay ninguno mejor ni peor. Además, que los cumpla o no depende de muchos factores, pero así esta lista me puede servir para comprobar en el futuro si he cumplido todos los ítems o no. Y, por supuesto, sois libres de usar esta check list para vuestros propios proyectos literarios).

 

1. Segundo borrador

Después del primer borrador viene el segundo borrador. Nunca te lo hubieras imaginado, ¿a que no? (Ríe maléficamente desde su sofá de piel roja sintética mientras acaricia a un gatito). No, ahora en serio, antes de enviar tu manuscrito para que otros lo revisen, debes hacerlo tú. Porque en la primera escritura normalmente apagamos a nuestro corrector interno, aunque seamos escritores de mapa (si no sabes lo que es, ve corriendo a este post de Esther Magar), y nos centramos (o deberíamos) en escribir, en acabar algo a lo que atenernos y editarlo después.

Pues bien, este es el momento de ver que toda la trama tiene sentido; de que no les ha cambiado el color de ojos o de pelo a tus personajes por arte de magia (en serio, pasa mucho); así como de que las subtramas están bien desarrolladas; o que le has dado a cada personaje el peso que necesitaba; no te has dejado ningún cabo suelto; que las fechas coinciden; si has hecho las descripciones precisas; que todas las acotaciones (¿se llaman igual en novela que en teatro?) aportan la información necesaria sin ser repetitivas, etc. Sí, todos los detalles importantes en cuanto a contenido debes dejarlos bien atados en esta fase, porque ningún beta puede hacer este trabajo por ti.

2. Lectores cero o beta

Ahora sí, es el momento de que terceras personas evalúen lo que ya has escrito. Recuerda que para este punto ya habrás hecho como mínimo dos versiones de la novela; sí, como mínimo, siempre puedes darle las vueltas que quieras, pero sin obsesionarte. Y es el momento de que le pases el manuscrito a lectores de confianza que puedan hacer una lectura más o menos crítica-objetiva y, sobre todo, cien por cien sincera de tu historia.

Todo esto con el fin de que te digan cuáles son los puntos fuertes de tu historia pero, ante todo, los débiles. Por mucho que nos guste que nos digan cosas bonitas sobre lo que escribimos, los lectores betas están para sacar defectos. Sí, señalarnos las partes negativas, para que podamos corregirlas. Ese es su cometido, ayudarnos a mejorar lo que ya hemos escrito.

Por eso, si estos lectores cero pueden pillar alguna errata, genial. Si detectan que hay un personaje muy plano al que le puedes sacar más partido, perfecto. Si notan alguna incongruencia temporal, de hechos o reacción de x personajes, magnífico. Los betas están para decirte: «Esto te lo has sacado de la manga». «Esto no se entiende, explícalo mejor». «Aquí te has extendido como Tolkien describiendo un árbol de un bosque de una montaña, ¡¡recorta!!». Sí, los lectores cero tienen que detectar todos los fallos que puedan de tu segundo (o enésimo) borrador. Dicen que lo ideal es tener entre 3 y 6 lectores beta y que, aparte de su feedback libre, es de gran utilidad pasarles un cuestionario con los aspectos a los que quieres que presten más atención. Pero todo esto te lo explica mucho mejor y de manera más detallada Gabriella Campbell en este artículo.

3. Tercer borrador

Sí, una vez tienes el feedback de tus lectores cero es hora de hacer una criba sobre las cosas que vas a editar, recortar y añadir a tu manuscrito a partir de lo que ellos te han dicho que se puede mejorar. Digo criba porque, por supuesto, el escritor es el que tiene la última palabra. Si un beta te dice que x pasaje no le gusta, pero el resto de lectores no ha detectado ningún fallo en este, a lo mejor es que simplemente no le ha gustado al primero por pura opinión personal. Ahora, si todos coinciden en que el protagonista es más plano que la playa de Alicante cuando hay bandera verde (sorry, me gusta demasiado saltar olas), igual sí que tienes que mirártelo.

Corregir una novela. Tercer borrador.
Imagen de StartupStockPhotos en Pixabay

 

Así que este es el momento de dejar el manuscrito bien pulido y listo para enviar a…

4. Corrección profesional

¿Te creías que ya podías enviar tu novela a editoriales o autopublicarla? Nada más lejos de la realidad. Ahora toca contratar a lectores editoriales y correctores profesionales, tanto ortotipográficos como de estilo. Sí, ahora es cuando toca invertir pasta, pero será dinero bien invertido si logras dar con los profesionales adecuados, créeme. Tu manuscrito quedará mucho más bonito y pulido tanto en su contenido (historia) como en el recipiente (cómo está escrito).

5. Envío de manuscritos

Este punto puede ser diferente dependiendo de si quieres autopublicar o enviar tu manuscrito a editoriales tradicionales. En el caso del Proyecto AKA yo he optado por lo segundo, así que este es el que voy a explicar más detalladamente. Pero, si tú elijes autopublicarlo, es el momento de contratar a un buen maquetador e ilustrador que haga que tu libro enamore a todos los lectores y compradores de Amazon o de la editorial de coedición que hayas elegido (aunque con mis dos antologías yo me decanté por Amazon y no me arrepiento).

En cuanto a los que elegimos enviarlo a editoriales, es el momento de buscar las editoriales que podrían publicar nuestro libro. No, no vale enviar tu manuscrito a cien editoriales al tun tun. Tienes que cerciorarte antes de que las editoriales a las que se lo vas a mandar publican libros de ese género, para esa franja de edad, etc. Porque por mucho que hayas escrito la novela policiaca para adultos perfecta, si la envías a Grupo Edebé, por ejemplo, que publica libros de literatura infantil y juvenil, ten por seguro que no la van a publicar. Así que, por favor, indaga en el catálogo de las editoriales y asegúrate de que tu novela pueda encajar en alguno de ellos.

Una vez ya tienes claras las editoriales a las que se lo vas a mandar es el momento de meterte en sus páginas web, en el apartado de envío de manuscritos (o similar) y ver que:

  1. Tienen la recepción de manuscritos abierta y aceptan manuscritos no solicitados (hay muchas que no lo hacen).
  2. Qué requisitos piden (nacionalidad, edad, etc.).
  3. Pasos a seguir para enviarlo (carta de presentación, propuesta editorial, primeros capítulos o novela completa, por email o en papel, asunto del correo, etc.).
  4. Enviar SOLO lo que ellos piden, ni de más ni de menos.

(Inciso: no esperes a que una editorial te responda para enviárselo a otra, porque te puedes hacer viejo/a esperando).

Y, por último, ¡deja volar tu manuscrito!

6. Embárcate en un nuevo proyecto

Continuando en la línea de mandar tu novela a todas las editoriales al mismo tiempo y no quedarte esperando respuestas que jamás llegarán (dura realidad, pero es así, el ochenta por ciento de las editoriales no contestarán) para enviar el manuscrito a la siguiente editorial, nos encontramos con que no debes esperar a ver en librerías tu novela para escribir la siguiente. Esto depende también de tus objetivos como escritor (si es solo hobby, tu profesión, etc.), pero es conveniente aprovechar esa disciplina ya creada para continuar con tu rutina de escritura, seguir creando y cogiendo práctica, porque solo así se logra mejorar en la escritura. Y, seamos sinceros, la mayoría de nosotros tenemos decenas de ideas en la cabeza para futuras novelas, no las hagas esperar demasiado.

Por otro lado, si entramos en tecnicismos de marketing, es cierto que cuanto más publiques en Amazon, mejor posicionado estarás; cuanto más aparezcan tu nombre y tus libros en las RRSS más retroalimentación tendrán unas obras tuya para con las otras que hayas escrito antes; cuanto menos tiempo pase entre novela y novela publicada, menos pobre serás (porque lo de «más rico serás» es una utopía demasiado lejana), etc. Y, sobre todo, porque si amas escribir, imaginar, viajar, vivir aventuras y crear tanto como yo, no podrás dejar de escribir, tu cuerpo y tu corazón te lo pedirán. Hazles caso.

Y hasta aquí el post de hoy. Me marcho para ponerme manos a la obra con mi segundo borrador. ¡Deseadme suerte!

Feliz escritura :3

Newsletter de la escritora de novela feelgood Utopía - Ana Calatayud L.

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