Cómo superar la parálisis por análisis, por una escritora con ansiedad

Me da miedo mirar la fecha del último artículo de la web. Vamos a resumirlo en que llevo mucho tiempo sin actualizar el blog. Lo cual me está matando por dentro. En primer lugar porque me encanta escribir (un pequeño vicio que tenemos las escritoras). Sobre todo me encanta escribir en este lugar, en mi propio sitio web, mi refugio en el inmenso océano de Internet; en esta casa donde me encanta invitarte a entrar para disfrutar juntas de libros, experiencias, recomendaciones, tutoriales, consejos, música… Es un lugar nuestro y haberlo desatendido durante tanto tiempo me rompe por dentro. En segundo lugar lo siento por cuestiones más técnicas de SEO, notoriedad y bla, bla, bla.

Como siempre que algo en mí no me gusta (en este caso, mi ritmo de publicación o tiempo que dedico a la web) me he parado a pensar. Y creo que lo que me ha pasado es la tan famosa y temida parálisis por análisis.

Cómo superar la parálisis por análisis, por una escritora con ansiedad

CÓMO SUPERAR LA PARÁLISIS POR ANÁLISIS

Me encanta la musicalidad de esta expresión, pero no tanto lo que conlleva su significado. Por si no sabes lo que es, te lo resumo: es invertir tanto tiempo en pensar, repensar, dar vueltas, analizar, planificar, replanificar, ordenar, reordenar en tu mente, etc., que al final no materializas nada.

Inviertes tiempo, esfuerzo y energía en pensar, pero todo es en balde porque, si no exteriorizas con acciones lo que tienes en tu cabeza, ¿sirve para algo? Para mí la respuesta es NO, pero entiendo que es algo muy personal y subjetivo.

Ojo, no confundir la parálisis por análisis con nuestro par de horitas de la tarde del domingo/mañana del lunes para planificar la semana. Eso es una inversión de tiempo muy bien aprovechada si luego cumples tu planning y te aporta tranquilidad (al menos, así es en mi caso).

Por lo tanto, hablamos de parálisis por análisis cuando esta está presente por un tiempo prolongado.

Y eso me ha pasado a mí.

¿POR QUÉ?

Voy a analizarlo contigo, porque puede que te veas reflejada en alguna de mis experiencias y a lo mejor te puede servir para no cometer los mismos errores que yo. ¡Vamos a ello!

¿CUÁL ERA LA NORMALIDAD EN MI BLOG?

El ritmo de publicación que más he podido mantener ha sido dos publicaciones por mes. Lo cual lo veo bien para que yo no me agobie en exceso, no invadir las notificaciones de quienes me seguís y que los nuevos visitantes vean que el blog está en activo y es actual.

¿POR QUÉ DEJÓ DE SER ASÍ?

El primer parón de dos meses fue en octubre-noviembre cuando tuve que hacer el cambio de hosting que me dio muchísimos quebraderos de cabeza y me dejó sin reservas de energía. Esto era algo externo que yo no podía controlar, así que no tengo mucho más que añadir. Mala racha que, cuando se solucionó, pasé página.

El siguiente fue en enero. La única causa que se me ocurre fue la típica cuesta de enero emocional: comienza un nuevo año pandémico, sigo sin trabajo estable, estoy ocupada con varias novelas y la promo de El legado del bardo, trabajando como lectora profesional freelance para una editorial… Vale, puedo entender que no sacara tiempo para el blog. Podrían ser mis vacaciones navideñas con unas semanas de retraso.

Y la siguiente gran brecha fue la que termina hoy, que ha durado desde el 21 de abril batiendo un récord que espero que nunca se vuelva a repetir. ¿Qué ha pasado esta vez? Desde la segunda semana de mayo y hasta el último jueves de julio estoy realizando un curso de Marketing Digital: mínimo cuatro horas de clase online con presencia obligatoria por las mañanas, un proyecto troncal más complicado que mi trabajo de fin de carrera y una práctica entregable todas las semanas aparte de las pequeñas diarias.

El resultado de esto es que por las tardes huyo del ordenador después del atracón de por la mañana. Así que las utilizo para descansar la vista, hacer recados, trabajar en los servicios editoriales de mis clientas, ocuparme de mis redes sociales (más pantallas), preparar cositas para el Celsius 232, estar un poco con la familia, leer… Y para quedar con mi grupo de trabajo para desarrollar el proyecto troncal.

¿QUÉ CONCLUSIONES SACO DE ESTO?

Que para lo último para lo que tengo tiempo es para escribir una entrada en el blog tal como las venía haciendo hasta ahora: haciendo búsquedas previas de palabras clave, documentándome, editando y reeditando hasta que el post está perfecto, dándole un formato adecuado (resaltar frases, añadiendo los hiperenalces pertinentes y un largo etcétera), promocionándolo después en redes…

PERO, ¿ESTÁS SEGURA DE QUE ESO ES TODO?

A todo esto le sumamos que estoy aprendiendo muchas cosas en Marketing Digital que todavía no puedo aplicarme a mí misma porque necesitan mucho tiempo, tiempo que se come el curso. Y me frustro. Porque quiero ver mi web más profesional, pero no hay tiempo material para conseguirlo y me da vergüenza escribir en una web no tan optimizada como me gustaría sabiendo hacerlo ahora un poquito mejor.

A su vez también me estoy replanteando mi branding, los colores de mi marca, las tipografías… Y volvemos a lo mismo: me da no sé qué mantener un blog que todavía no me representa al 100%. Pero, al mismo tiempo, no quiero desaparecer del blog porque sé que, al igual que con una novela, hecho es mejor que perfecto.

Y mi cerebro implosiona. Me paralizo. Y acabo no haciendo nada. Es decir: parálisis por análisis.

¿Te sientes identificada? ¿Te ha pasado algo parecido alguna vez? ¿Cómo lo solucionaste? Lo cual me lleva al siguiente apartado:

¿CÓMO SUPERAR LA PARÁLISIS POR ANÁLISIS?

Ay, cariño. Ojalá supiera la respuesta. De momento, he empezado por olvidarme de todo aquello que me paraliza y simplemente escribir. Porque, si lo que quiero es volver a actualizar el blog, ¿cuál es el primer paso que he de hacer que no se relacione con ninguno de esos aspectos que me paralizan? Escribir. Y es que, si te das cuenta, he hablado de que me gustaría mejorar ciertos aspectos de forma, apariencia, estrategia, tal y cual, pero en ningún momento he dicho que no sepa de qué hablar o que no tenga ideas de temas sobre los que hablar. Por eso…

Me he propuesto escribir un post a la semana durante todo el verano.

¿CÓMO?

¿PASAR DE 0 A 100 ASÍ POR LAS BUENAS?

Sí. El día perfecto no existe. Nunca se van a alinear los astros para que lo tengamos todo a nuestro favor. Así que va a tocar remar haga o no buen tiempo. Porque lo que yo quiero es que mi barquito avance. Me da igual si tengo la pintura un poco carcomida, si la cubierta no está impoluta como los chorros del oro, si el timón no está del todo lijado y barnizado… ¿Puedo navegar? Sí. Pues p’alante. ¡Que se note que soy de Alicante!

Vale, ya empiezo a delirar. Tal vez esto sea debido a que hoy he sufrido una sobrecarga de emociones. Porque, por si no te has dado cuenta, le doy muuuchas vueltas a las cosas. Demasiadas. Hoy mismo he roto a llorar dos veces simplemente porque existe la posibilidad (ni siquiera es algo seguro) de que haya que hacer una modificación en mis vacaciones (vacaciones que voy a seguir teniendo). Por no hablar de que, debido a esta angustia injustificada, el estómago me ha hecho un triple salto mortal. ¿Todo por una pequeña variación en el esquema que yo había hecho en mi mente de las vacaciones? Sí.

Y así con todo en mi vida. La verdad es que es muy agotador porque yo lo vivo todo MUY INTENSAMENTE. Tal vez sea por mi rasgo de Persona Altamente Sensible. Así que puede que parte de esta parálisis por análisis se deba a esta sobrecarga del cerebro y de mis emociones.

Harry Potter contra el dragón en El cáliz de fuego
Si Harry Potter no se achantó en las pruebas de El torneo de los tres magos, ¿por qué voy a hacerlo yo?

 

SUPERAR LA PARÁLISIS POR ANÁLISIS CON ANSIEDAD

Para intentar mejorar en este aspecto de mi vida (que la ansiedad no me domine) lo ideal es ir al psicólogo. Pero de momento no hay presupuesto y ya en su día (cuando estaba peor) fui a la Seguridad Social. Así que voy a poner en práctica lo que me llevé de esas sesiones y lo voy a combinar con leer libros que ayuden a la gestión de emociones y del tiempo. Igual así encuentro el equilibrio que ando buscando.

¡COMIENZA EL DESBLOQUEO!

El primer libro de este estilo que ha caído en mis manos es Rituales de hábitos de Lucía Jiménez Vida. Solo he leído la introducción y el primer capítulo, pero ya me ha recordado algo muy importante que ya me comentó la psicóloga en su día. Y es que para transformar nuestras emociones antes debemos revisar nuestros pensamientos y el resultado se verá reflejado en nuestras acciones. Ya sabes, si quieres resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo. Y si tanto mi psicóloga como una periodista experta en el tema me dicen lo mismo… Pues igual va siendo hora de ponerlo en práctica.

Así que puede que en las siguientes actualizaciones del blog encuentres información sobre pequeños avances que vaya haciendo. Pero también te contaré cosas sobre mis lecturas, mi experiencia en el festival Celsius 232… ¡Por cierto! ¿Te veré allí? Yo voy a estar casi todo el festi. Si no me ves pululando por allí es que estoy en el stand de Editorial Titanium diciéndole a todo el mundo lo maravilloso que es el pack que hemos creado en colaboración con Merak Experiencias por el que te puedes llevar mi novela de fantasía Young Adult El legado del bardo con una vela inspirada en la historia.

¡Y esto es todo por hoy! Sé que me repito más que el ajo, pero ¿te sientes identificada con mi pequeño drama del “primer mundo”? ¿Te ha pasado algo parecido alguna vez? ¿Lo solucionaste de manera parecida a la mía? (Dejar de pensar y a la piscina, lo demás ya se irá arreglando conforme se vaya pudiendo). ¡CUÉNTAME!


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Newsletter de la escritora de novela feelgood Utopía - Ana Calatayud L.

9 comentarios

  1. Efectivamente, el pensar demasiado nos puede llevar a la parálisis por análisis. También puede pasar, por el contrario, que nos embarquemos en demasiados proyectos, que hagamos demasiadas cosas…Y hay otras posibilidades, claro.

    1. Exacto, aquí también entran en juego otros factores como si estamos abarcando demasiado, si tenemos claros nuestros objetivos a medio-largo plazo y nuestras acciones de hoy nos están acercando a nuestra meta… Muchas gracias por leerme y tomarte tiempo de comentar. 🌷

  2. Me ha gustado mucho este post (de hecho, todos los que haces me gustan). La verdad es que yo me he encontrado con esa parálisis en varias ocasiones: sobretodo cuando tengo una idea para una historia pero no la escribo. Lo que más me cuesta de escribir es el explayarme, porque tiendo a ser muy escueta y no me paro en los detalles. Creo que me iría muy bien hacer un curso de escritura, a ver si algún día puedo hacer alguno.

    Muchos ánimos y ojalá que te vaya todo muy bien.

    ¡Un abrazo, felices lecturas y hasta la próxima!

    Marieta

    1. No sabes lo que me alegra leer esto, porque me lleva mucho tiempo escribirlos y saber que hay alguien al otro lado de la pantalla a la que le llegan mis palabras es un gran motor. En cuanto el bloqueo a la hora de escribir, ¿has probado con la técnica del copo de nieve? Gabriella Campbell te lo explica genial aquí. Pero, por supuesto, la formación de calidad siempre aporta mucho. Ojalá encuentres algún curso que te enamore y te sirva.
      ¡Muchas gracias e igualmente!
      Un abrazo y felices lecturas. ✨

  3. Hola, Ana
    muy interesante el post. Yo también me vi desbordada por TODO el trabajo que supone escribir, crear contenido, hacer marketing, publicidad… Si lo piensas es de locos. Hasta que me dio un bajón tan grande que no tenía ganas de hacer nada: ni escribir, ni crear contenido, y mucho menos hacer marketing. Al final llegué a la conclusión de que estaba harta de escuchar a los demás decirme lo que tenía que hacer para vender libros y promocionarlos, y empecé a escuchar mi interior. Y mi interior solo apostaba por una cosa: escribir, nada más. Y he decidido que eso es lo más importante. Por eso, tomé la decisión de cerrar el blog y dejar de lado el resto. Tal vez es una decisión muy radical, pero ¿sabes qué? Que ahora me siento bien conmigo misma, ya no tengo esa presión de crear contenidos para otros, sino solo de escribir y mejorar lo que escribo, lo demás, vendrá solo.
    No solemos escuchar a nuestro cuerpo, pero es ahí donde reside la intuición, y la intuición nunca falla.
    Mucho ánimo con tus nuevos proyectos 🙂

    1. ¡Hola, Yolanda!
      Entiendo perfectamente que te sintieras tan desbordada. Al final, cada escritora es diferente, tenemos diferentes objetivos, distintas circunstancias personales y profesionales… Y tenemos que hacer lo que creamos que es más adecuado para nosotras. Sobre todo poniendo en la balanza el beneficio material y el beneficio emocional. Porque muchas veces llegamos a sacrificar salud emocional y ese me atrevo a decir que nunca es el camino correcto. Así que si ahora te sientes mucho más satisfecha y feliz, eso es lo importante.
      ¡Muchísimas gracias por los ánimos! ✨

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